[woocommerce_checkout]
[woocommerce_checkout]
[vc_row css=”.vc_custom_1567511231494{margin-top: 50px !important;margin-bottom: 85px !important;}”][vc_column][woocommerce_my_account order_count=”15″][/vc_column][/vc_row]
[vc_row css=”.vc_custom_1567514198915{margin-top: 50px !important;margin-bottom: 85px !important;}”][vc_column][woocommerce_cart][/vc_column][/vc_row]
[vc_row css=”.vc_custom_1569396724824{margin-top: 50px !important;margin-bottom: 100px !important;}”][vc_column][vc_column_text][yith_wcwl_wishlist][/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
VICENTE VALERO La Fundació Palau se encuentra en Caldes d´Estrac, una pequeña población del Maresme, en una céntrica calle que va a dar al mar. Desde Barcelona, en tren, se tarda no más de 45 minutos en llegar y en esta época del año se comparte vagón, sobre todo, con bañistas de todas las edades. Hasta aquí llegó en el año 2003, para quedarse definitivamente, la colección de pintura del poeta y crítico de arte catalán Josep Palau i Fabre.
Ramón Oviedo, es un artista que no deja pasar un día sin ejercer el oficio de pintor, cuando no está en su taller siempre anda en algo relacionado con su trabajo. También es uno de los que a lo largo de los 20 años de la galería Mesa Fine Art, mantiene un contacto permanente a través de diálogos, visitas y exposiciones. En el día hoy, lunes 4 de febrero, nos realiza una de sus acostumbradas visitas en las que utiliza para despejarse de su taller pero también por ser motivo de su 89 cumpleaños, por lo que hemos querido compartir una conversación llevada a cabo entre la reflexión y la cata de talentos.
Cuando José Gausachs llega a República Dominicana el 11 de enero de 1940, lo hace forzado por el destino en medio de un mundo lleno de incertidumbre. Ya la Primera Guerra Mundial lo había hecho regresar de París –la capital mundial del arte para ese tiempo – a Barcelona, su ciudad natal.
Como un verdadero maestro, tenía un camino recorrido desde el puntillismo al surrealismo, sin haberse dejado atrapar por los ismos, como su maestro Nonell –un abanderado de la libertad espiritual– cree en sí mismo y sabe que esta primera jugada de la vida fue coyuntural. En cambio, lo que no sabía que en esta segunda ocasión, su partida a América lo era hasta el último de sus días.
A un heredero directo de los grandes maestros del grupo de Els Quatre Gats, ningún temor ha de causarle lanzarse a una nueva aventura. Y pareciera que ahí radica la clave de todo, como se dice en el argot popular… “los gatos siempre caen de pie”. A su llegada a Puerto Plata en el vapor “Cuba”, posiblemente José Gausachs sintiera –guardada la distancia– la misma sensación que nuestros descubridores. Por demás, sólo le acompañaban 50 pesos [1] como todo su capital y su hijo Francisco. Aquí se encontraba salvo y una manera de sobrevivir a la guerra alejado de Europa.
A: doña María Ugarte y don Carlos Curiel
No podemos hablar de las vanguardias españolas sin pensar en doña María Ugarte, una inmigrante española, intelectual, que toda su vida en su labor de crítica literaria y de arte defendió los aportes que tan pronto pisaron tierra dominicana hicieran los inmigrantes Botello, Gausachs, Fernández-Granel, Manolo Pascual, Prats-Ventós, Shum, Compostela y Vela Zanetti. Al igual lo hizo su amigo entrañable el Dr. Carlos Curiel, abogado, periodista y crítico de arte, literatura y cine, quien, al igual que doña María, ejerció el periodismo hasta el final de su vida, ambos desde la plataforma del periódico El Caribe.
El legado de los artistas españoles y republicanos, en su mayoría docentes, ha dejado una huella visible en la creación plástica dominicana, ya que iniciaron la plataforma para el renacimiento de las artes plásticas y visuales, así como cultural, a nivel nacional en República Dominicana.
POR MARIANNE DE TOLENTINO
La República Dominicana cuenta con varios grandes coleccionistas de arte. Uno de ellos, Juan José Bellapart, quien ha abierto las puertas de sus tesoros, haciendo un museo ejemplar, accesible a todos, que permite comprender y disfrutar la evolución de la plástica dominicana hasta el período contemporáneo. Solamente le faltaban espacio e ímpetu para aumentar el impacto de la colección con exposiciones temporales, de una dimensión comparable al fondo permanente.
En pocos días, la institución dio un salto increíble, ofreciendo a un público masivo y deslumbrado dos grandes muestras. La primera, Que no me quiten lo pintao, anteriormente montada en el Centro León, una suerte de antología visual inspirada por el merengue; inicia a la vez relaciones inter-institucionales contundentes y la presentación de obras de fuentes diversas. Cabe mencionar el logro museográfico que significó la transferencia de un conjunto brillante, a espacios totalmente distintos. ¡Cuán interesante resulta para los privilegiados que han visto esta colectiva en Santiago y luego en Santo Domingo!
La segunda exposición, recién abierta el miércoles en la noche, pone de manifiesto la genialidad pictórica de Josep Gausachs y su transmutación fabulosa cuando Santo Domingo lo acogió y embriagó de esencias tropicales El espectador responde a esa fascinación, vuelta sello inconfundible.